¡Hola a tod@s!
Llevo ya una temporadita alejada de internet, sin poder actualizar mucho el blog y sin pasarme mucho por los vuestros, sorry. El trabajo y los estudios no me han dejado mucho tiempo, pero el motivo más importante es que...¡voy a ser mamá!
Ya me queda poco (menos de dos meses) y entre preparativos y demás, se me van los días sin darme cuenta. No he abandonado la lectura, pero me deja poco tiempo para dedicarle al blog por lo que tardaré en volver a la rutina que tenía hace ya meses de publicar más a menudo. Esto no es una despedida, que conste, no quiero dejar el blog! Publicaré siempre que pueda y me pasaré por vuestros blogs cada vez que me sea posible. Se me han acumulado bastantes reseñas por hacer, así que, poquito a poco tendré algo que publicar. Y seguro que en un futuro aparecerán también reseñas de libros que me encantan: los infantiles!
Hoy os dejo con una reseña que hice el año pasado de un libro que curiosamente gané en un sorteo organizado por Laky. La suerte (o el destino, jeje) quiso que me tocará a mí.
Me vendrá bien leerlo otra vez (y al papá)...
Por cierto...
¡es un niño!